A. ¿Qué es?

La arritmia es cualquier alteración al ritmo normal y natural de nuestro corazón. Esta alteración puede presentarse de diferentes maneras: el corazón late más rápido, más despacio, o lo hace a un ritmo irregular.

Cuando el corazón late más despacio de lo normal, lo llamamos braquicardia.

Cuando el latido es rápido e irregular, es denominado fibrilación auricular, y es la forma más común de arritmia.

Cuando el corazón late más rápido de lo normal, lo llamamos taquicardia.

B. ¿Cuáles son sus síntomas?

La arritmia suele estar acompañada de síntomas como dolor en el pecho y en el tórax, sudoración, falta de aire, mareos o vértigo.

Es muy importante consultar un médico tan pronto como se presenten estos síntomas. Contrario a lo que podemos pensar o temer, la arritmia no significa necesariamente que estemos sufriendo un infarto o estemos a punto de sufrir un ataque al corazón. Pero una condición como la Fibrilación Auricular es progresiva; es decir, si no recibimos un tratamiento médico temprano, puede convertirse en una condición más seria y llevar a un infarto.

C. ¿Cómo se trata?

Una vez detectada la arritmia, el médico procederá a determinar cuál es el tratamiento a seguir más apropiado para restablecer el ritmo cardiaco normal:

• Medicamentos antiarrítmicos y anticoagulantes.
• Un desfibrilador cardioversor implantable o marcapasos.
• Una ablación con catéter.
• Un procedimiento de cirugía.

¡Recuerda!

Si crees que tienes o que estás en riesgo de tener Fibrilación Auricular, consulta de inmediato a tu médico. Esta enfermedad es peligrosa: aumenta tu riesgo de sufrir un ACV, es decir, un accidente cerebrovascular o derrame cerebral. La Fibrilación Auricular no presenta síntomas en muchas personas, ¡así que un chequeo preventivo no está de más!

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